1/09/2016
La iniciativa Corazón Contento atendió a 68 personas intervenidas por cirugía cardiaca en el Hospital Gustavo Fricke.
68 pacientes intervenidos por cirugía cardiaca en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar fueron los beneficiarios del proyecto Corazón Contento, dirigido por Carla Taramasco, académica de la Escuela de Ingeniería Civil Informática UV, iniciativa que desarrolló una plataforma de integración tecnológica de telerehabilitación domiciliaria.
El programa, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitiva Regional 2015, fue puesto en marcha por la Universidad de Valparaíso en conjunto con el Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota y la Fundación Cardiovascular Dr. Jorge Kaplan.
Durante el primer semestre de este año la iniciativa atendió a pacientes de entre 20 y 78 años de edad, de los cuales el 66% era de género masculino y el 34% femenino, provenientes de Puchuncaví, Villa Alemana, Illapel, San Esteban, San Felipe, La Ligua, Calera, San Antonio, Quilpué, Combarbalá, Quintero, Los Andes, Hijuelas, Quillota, Valparaíso y Viña del Mar.
Los pacientes accedieron a una evaluación inicial con nutricionistas, enfermeras, kinesiólogos y psicólogos encargados de acompañarlos en el plan de tratamiento de telerehabilitación domiciliaria, la cual fue realizada por medio de una tablet con una aplicación móvil y un electrocardiograma entregados como parte del proyecto, para luego asistir a una evaluación final.
Inserción laboral y social
Tal como explica la directora del proyecto, Carla Taramasco, “la telerehabilitación tiene un alto impacto en la calidad de vida de las personas postoperadas, como también en su más rápida inserción laboral y social. Está probado a nivel mundial que la rehabilitación tiene un efecto positivo, pero es de alto costo y en Chile no hemos podido rehabilitar a todos los pacientes, por eso la telerehabilitación, que tiene un costo bastante menor, es fundamental, porque permite acompañar a los pacientes por un tiempo más largo, entregándoles una atención complementaria e integral”.
“La tablet y la aplicación móvil motivan a los pacientes a realizar sus ejercicios totalmente personalizados, acompañándolos de manera clínica porque del otro lado estamos recibiendo todos los datos de cardiograma y frecuencia cardiaca, viendo que este paciente esté cuidado y no tenga ningún riesgo”, asegura.
En el cierre oficial del proyecto, Taramasco hizo un llamado a “todas las instituciones que tienen las posibilidades de financiar este tipo de iniciativas a continuar haciéndolo, porque cuando uno escucha a los pacientes hablar del resultado que ha tenido la iniciativa los comentarios son muy positivos, por lo tanto necesitamos mayores recursos para continuar este tipo de desarrollo”.
Tecnología y componente humano
Marcelo Barraza, uno de los beneficiarios del proyecto, tuvo miocarditis y luego fue diagnosticado con 90% de su ventrículo izquierdo tapado. Luego de su operación en el Hospital Gustavo Fricke fue contactado por la Fundación Kaplan para incorporarse al programa. “Me sirvió mucho durante mi periodo de rehabilitación en casa, porque permite ahorrar tiempo y dinero. Además el monitoreo a través de una tablet es súper tecnológico y preciso, porque entrega información inmediata, es un complemento que ayuda a la rehabilitación de una operación extrema de bypass, como la que tuve”, explica.
En tanto, Miguel Vásquez, también beneficiario del programa, indicó que “es un proyecto muy interesante, muy aplicable a todas las necesidades de los pacientes operados del corazón. Destaco la tecnología, que fue muy completa, pero lo más importante fue la parte profesional y humana de quienes nos atendieron, y el esmero que pusieron en ayudarnos fue invaluable”.
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