17/10/2016
Microscópico organismo sorprendió al mostrar su capacidad para reducir el petróleo derramado en la bahía de Ventanas.
A pesar de medir una milésima de milímetro, su capacidad para devorar el petróleo supera el 90%. Y también su cualidad de contener metales pesados en el fondo marino demuestran que la bacteria marina Cobetia puede ser una solución real para recuperar la biodiversidad y eliminar agentes nocivos de las bahías de Ventanas, Quintero y Puchuncaví, que han sido contaminadas.
Pero eso no es todo: este “supermicrorganismo marino“ tiene otras cualidades a destacar, como su óptima resistencia a las condiciones ambientales (como alta salinidad y bajas temperaturas) y su gran capacidad de colonizar superficies flotantes, donde crece y va revitalizando la biodiversidad de los ecosistemas marinos en la columna de agua.
Así lo señaló un grupo de científicos de la Universidad de Valparaíso, liderados por el microbiólogo Alejandro Dinamarca, director del Proyecto FIC (Fondo de Innovación para la Competitividad, financiado con fondos del Gobierno Regional) y del Centro de Microinnovación de la UV, quienes entregaron los resultados de la investigación, que se extendió por cerca de un año, sobre la capacidad de la bacteria Cobetia para lograr la recuperación ecológica de zonas afectadas por la contaminación que existe en el lugar.
El doctor Dinamarca afirmó que, desde el punto de vista de la eficiencia, “hemos visto que esta bacteria, en particular en condiciones controladas, puede llegar a degradar hasta un 90 % de hidrocarburos totales, lo cual es un valor muy importante. Y desde el punto de vista de los metales pesados estamos seguros que científicamente podemos explicar la relación que esta bacteria tiene con el cromo, el cobre, el arsénico, por ejemplo, que son eventualmente agentes tóxicos para la salud de las personas y por tanto es una alternativa, una solución a lo que ya conocemos”.
En virtud de un convenio colaborativo entre la UV y el Sindicato de Pescadores de Caleta Ventanas, la innovadora tecnología será transferida a estos últimos, quienes la ofrecerán como producto o servicio para recuperar las zonas dañadas por la contaminación a las industrias del sector. Esto implica que los pescadores podrán tener una fuente de trabajo alternativa, que les permitirá generar una reconversión de sus actividades en forma paralela a la pesca.
José Carvajal, presidente del Sindicato de Pescadores de Ventanas indicó que “hoy día tenemos un trabajo con la UV que consiste en la implementación de la tecnología basada en la bacteria, la cual se adhiere a las superficies flotantes o a un sistema ubicado en el fondo marino y desde allí comienza a capturar metales pesados e hidrocarburo. Para nosotros es un desafío, pero también es el futuro de esta bahía. Nosotros necesitamos recuperar nuestra bahía. Esta tecnología sirve para degradar todo el hidrocarburo que nada suspendido en el mar. Esta bacteria nos permitirá asegurar nuestras áreas de manejo, donde producimos locos, erizos, lapas, huiro palo, almejas y peces de roca. Por esta razón necesitamos que esto se ponga en marcha en la bahía”.
En la misma línea, Sergio Silva, miembro de la Comisión de Medioambiente de la agrupación, sostuvo que el apoyo de la UV es una oportunidad para ver resultados beneficiosos para la bahía, el gremio y los habitantes de la zona.
“Es una oportunidad para recuperar, para biorremediar. No es menor lo que aquí pasa. Los derrames, los aceites, en fin, todo el proceso industrial que aquí se ejecuta nos tiene en desmedro. No ha sido positivo, ha sido una realidad muy negativa de los últimos 40 años. Entonces, ideas como ésta, la voluntad que existe hoy día de los expertos, los investigadores, nos da esperanza de que pueda cambiar la realidad de esta bahía”, afirmó.
Por su parte, la doctora en Microbiología Claudia Ibacache, investigadora de apoyo en la investigación, advirtió del potencial biotecnológico de los microrganismos caracterizados en la investigación.
“Estos microrganismos son de alto interés para la biotecnología, por ejemplo como alternativas a los antibióticos y moléculas de este tipo que sean de gran relevancia. Son importantes no solo para el ambiente, sino que también como potenciales aplicaciones en salud humana”, explicó.
Finalmente, el doctor Dinamarca planteó que “lo que nosotros estamos proponiendo es que se implemente ya nuestro sistema de superficies conteniendo estas bacterias. Es decir, proponemos un trabajo constante para la remoción de metales y de hidrocarburos, que en esta área se mantiene. Eventualmente, cuando ocurren los derrames las estrategias son clásicas, como la remoción física del vertimiento, pero existe a su vez una contaminación que no es macroscópica, es decir, que no es observable a ojo desnudo y esa degradación microscópica es la que más puede daño hacer. Y para eso la remoción física no es la solución. Esta tecnología es una solución si se plantea como una alternativa, que va a ser eficiente, en la medida que nos organicemos como comunidad, como un ecosistema social e industrial en la zona y podamos implementar esta solución definitivamente a través del Sindicato de Pescadores de Ventanas”, sostuvo.
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