8/04/2022
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Investigación de la Escuela de Medicina, financiada por el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (Fonis), también incluyó la búsqueda de estos agentes infecciosos en aves domésticas que se crían en ese territorio insular.
Un estudio realizado por un equipo de especialistas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso reveló que los mosquitos presentes en Rapa Nui (Isla de Pascua) no serían portadores en la actualidad de los virus causantes de enfermedades tropicales como el dengue, la fiebre amarilla y la chikungunya, entre otras.
Lo anterior representa un aporte a la vigilancia epidemiológica que se realiza en ese territorio insular, por cuanto en las últimas dos décadas el instituto de Salud Pública (ISP) ha confirmado allí una decena de casos de transmisión autóctona de dengue serotipo DEN-2 que afectaron a residentes y turistas que fueron picados por ejemplares del mosquito Aedes aegypti, cuya presencia en la isla se considera endémica. Además, en 2014 ésta fue el epicentro de un brote de Zika que no causó cuadros graves en la población local.
Esta investigación es la primera que se realiza en Chile, y específicamente en Rapa Nui, con el propósito de detectar virus de importancia médica en insectos y otros potenciales reservorios, con miras a evaluar su potencial impacto en la salud de las personas.
Titulado “Diseño e implementación de un programa piloto de monitoreo de arbovirus en mosquitos vectores y posibles reservorios, en beneficio de la salud pública de Isla de Pascua”, el estudio se desarrolló entre diciembre de 2018 y diciembre de 2021 y estuvo a cargo de la unidad de Virología del Laboratorio Clínico de la Escuela de Medicina de la UV.
La iniciativa fue financiada por el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (Fonis) y contó con el apoyo y respaldo del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la Secretaría Regional Ministerial de Salud, el Hospital de Hanga Roa, la Comunidad Indígena Polinésica Ma’u Henua y de Infecvet.
Presencia en zonas turísticas
El estudio permitió comprobar, además, que los mosquitos Aedes aegypti que circulan en Rapa Nui han logrado adaptarse de gran manera a las condiciones de su entorno, al punto que hoy no solo abundan en el área del poblado de Hanga Roa, donde desde hace años se vienen detectando larvas y ejemplares adultos, sino que también están activos en zonas naturales de marcado atractivo turístico como son la playa Anakena y el volcán Rano Raraku.
“La evidencia que recogimos durante nuestro análisis nos permite confirmar que estos mosquitos han ampliado su área y ahora circulan por zonas del parque natural de Rapa Nui y no solo en Hanga Roa, donde existe una mayor densidad de personas. En este estudio por primera vez se encontraron ejemplares en las zonas naturales más apartadas, que son las preferidas por los turistas. No obstante, debemos resaltar que, si bien fueron detectados, en ninguno de los ejemplares capturados se hallaron virus que posean la capacidad para infectar al ser humano, sino otros virus que son propios de estas especies y que vendrían siendo familiares lejanos del virus del dengue. Esto nos permite aportar mayor información a la vigilancia que se realiza habitualmente en la isla, siendo algo beneficioso para la salud pública de ese lugar”, explicó la doctora en Microbiología y directora la investigación, Ximena Collao.
En todo caso, la especialista precisó que este trabajo -que abarcó solo una muestra de la población de mosquitos existentes en ese territorio insular- debe ser considerado como preliminar, ya que es necesario continuar realizando búsquedas y monitoreos en forma periódica si se quiere descartar definitivamente la presencia de estos virus de importancia médica en Isla de Pascua.
“Esperamos continuar colaborando con actores claves en el tema, generar capacidad científico-tecnológica y motivar la participación de la comunidad con el fin de detectar estos vectores de manera precoz y mejorar así la pesquisa de este tipo de virus en la isla. En ese sentido, cabe destacar que nuestro estudio consideró, en paralelo, diversas acciones tendientes a generar estrategias públicas que permitan disminuir la circulación de vectores, dar respuestas y recomendaciones más oportunas y eficientes a los problemas de salud colectivos asociados con el medio ambiente en este territorio insular”, concluyó la doctora Collao.
Búsqueda en aves domésticas
El estudio de la Escuela de Medicina de la UV implicó un acucioso trabajo de campo que contempló encuentros y entrevistas con autoridades, residentes, representantes de la comunidad local y organizaciones vinculadas al pueblo Rapanui. Asimismo, contempló la realización de capacitaciones a quienes integraron los equipos de atención primaria de salud, de análisis clínicos de las muestras y de captura de ejemplares y larvas de mosquitos en los diferentes puntos de la isla que se establecieron para ese fin.
En total, se pesquisaron 300 viviendas y otro centenar de puntos ubicados en distintas partes de ese territorio insular, donde también se analizaron aves domésticas, específicamente gallinas que circulan libremente en la isla y que pueden ser consideradas como reservorios naturales de importancia de estos virus.
En particular se estudió la exposición de estas aves a los virus causantes de la fiebre del Nilo Occidental y de la encefalitis japonesa. Los resultados fueron igualmente positivos para los habitantes de la isla, ya que no se detectó la presencia de estos virus en las gallinas analizadas.
Las conclusiones de este trabajo fueron presentadas solo hace unos días, y de manera oficial, a las autoridades locales y representantes de organizaciones vinculadas al pueblo Rapanui, quienes conocieron en detalle sus alcances y agradecieron la intervención.
La directora de Medio Ambiente de la Municipalidad de Rapa Nui, Vairoa Ika, los valoró positivamente y sostuvo que éstas revelaron información muy relevante, que para cumplir con su objetivo deberá ser actualizada en forma sistemática.
Una opinión similar expresó el presidente de la Comunidad Indígena Polinésica Ma’u Henua, Gabriel Tuki, quien agradeció la realización del estudio, que calificó de “muy importante para el desarrollo de la isla” y, de paso, destacó la preocupación e interés mostrados por los profesionales que tomaron parte en éste.
El equipo de especialistas de la UV que participó en el proyecto lo integraron la doctora en Microbiología Ximena Collao, la doctora en Salud Pública María Elizabeth Guerra, la trabajadora social y magíster en Salud Pública Katherine Cuevas, las investigadoras Gloria Pino y Cindy Peña y los doctores Jenny Llanos y Carlos Henríquez, especialistas en Microbiología y en Estadística, respectivamente. A ellos se sumaron los veterinarios Jaime Salinas y Elizabeth Varas, pertenecientes a la Sociedad de Infectología Veterinaria.
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